Porfirio Carreras (ex Presidente UAR)

No hubo consenso, algo que él tanto pregonó durante su mandato. Y las primeras palabras del saliente presidente son claras y reflejan lo que siente. "Yo, la verdad, es que estoy triste", le confiesa a Scrum.com, tras un día agitado en la calle Reconquista.

- ¿Qué sensación le deja este histórico día?
- Estoy triste porque no se pudo lograr una unidad, aunque creo que las partes hicieron todo el esfuerzo necesario y la Asamblea fue muy educada y civilizada, en la que cada uno expuso sus fundamentos. Realmente, quizá de esta situación que nunca ha vivido el rugby argentino, de haber dos listas, pueda salir de todas maneras una nueva forma de entender y de hacer las cosas. Yo no era lo quería, pero por algo debe haber pasado.

- ¿Y por qué piensa que no se llegó a la unidad?
- La verdad, no te lo puedo decir. No alcanzo a comprender bien por qué no se logró. Seguramente en algo se habrá fracasado o alguna parte no quería. Realmente no lo sé. No te puedo decir, porque estamos muy encima de las cosas. Habrá que hacer un análisis. Pero de todas maneras es el juego armónico del estatuto. No hay que pensar que es un caos ni mucho menos. Esta es una solución que está prevista en los estatutos, que una lista gana y otra pierde. En definitiva, el que pierde colabora y así debe ser.

- Usted deja su cargo con una buena imagen
- Hemos tenido la suerte de que durante mi gestión no hubo diferencias entre los consejeros de Buenos Aires y los del Interior. Hemos apuntado el barco entre todos hacia dónde quiere ir. Podrá haber algunas diferencias en la implementación de algunas cosas, obviamente porque estamos en un proceso de prueba y error, pero a donde va el barco, todos queremos. Y yo en eso me voy tranquilo de que lo apuntamos entre todos y que todos queremos ir hacia ahí. En definitiva, el rugby argentino va a madurar y va a lograr sus objetivos. Estoy seguro de eso. Más allá de las diferencias que puede haber.

- ¿Una de esas diferencias es el PladAR?
- Ese es un tema de implementación. Nosotros desde la UAR habíamos pedido un régimen de transición un poco más largo, para poder tener un margen más largo y llegar mejor a los objetivos. Esto va a traer seguramente alguna complicación, pero entiendo que el plan va a seguir. No va a haber una marcha atrás por parte de las Uniones ni de la conducción argentina. Y hay que respetar la posición de Buenos Aires, porque han dicho que realmente no es contra el PladAR ni contra el plan de la inserción de la Argentina. Buenos Aires ha votado hoy la modificación del artículo tercero, que ratifica el rumbo de manera tal que, en eso, Buenos Aires es coherente. Dicen que quieren seguir con el plan, pero que la implementación no la harían de esa manera.

- Es un avance ése...
- Buenos Aires quiere el PladAR, está satisfecha hacia donde va el rumbo de la Unión. Lo único ha puesto como condición, por decirlo de alguna manera, es el punto en el que se dividen las aguas: no quiere el profesionalismo por el mismo lado, no lo quiere mezclar. Y en eso no se puede decir nada. Es absolutamente respetable. Por más que yo no pueda compartir la opinión, la respeto. Es una decisión sustentada, con fundamento. No es un capricho.

- ¿Entonces buscar la alternativa será uno de los retos de la presidencia de Castillo?
- Habrá que ver de qué manera, pero de todas formas Buenos Aires apoya la profesionalización de las estructuras de la UAR y de los seleccionados. Se ha hablado de todo eso y ha votado en la modificación del artículo tercero, porque lo que todo va hacia ese lugar. La imagen que damos es que el plan existe y Buenos Aires está de acuerdo. Simplemente no está de acuerdo en la implementación, no hacia donde vamos.

- ¿Qué balance hace de su ciclo?
- Yo me voy muy conforme, porque se han podido solucionar un montón de cosas. No hay que olvidarse de que se venía de un proceso de un concurso preventivo y de deudas. Se terminó el concurso y se pagaron las deudas. Tuvimos dos balances buenos; ya veníamos de uno muy bueno de la gestión anterior. Así que en estos dos años incrementamos también el patrimonio neto de la Unión. No sólo fuimos nosotros, la gestión anterior también había hecho bien las cosas que permitió afrontar las deudas. Además, éxitos deportivos y con una buena proyección internacional. La Unión va progresando, con las diferencias normales de implementación de planes.