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El Rugby Infantil desde la praxiología Motriz. Prof. Marcelo García. Psicomotricista

"Hoy en día el enseñar Rugby implica enseñar a ser un practicante protagonista y criterioso, comprometido y disciplinado, que lo que se proponga pueda abordarlo con éxito sin dejar de lado las metas del grupo”.

Esto es lo que nos proponemos en nuestro club de rugby.

Mi propuesta o proyecto para las categorías infantiles se construye sobre aspectos reales a nuestra institución y sobre una concepción científica de la Educación Física como es la Praxiológia Motriz.

Para comenzar comentaré brevemente que significa Praxiología:

- Práxico/a: práctico/a, relacionado a la acción. Acción: se caracteriza por persiguir una finalidad que se concreta en una meta lo más eficazmente posible.

- Logía: que significa doctrina, ciencia, tratado.

Remitiéndonos a la Praxiología Motriz el deporte es una situación motriz lúdica de competencia reglada e institucionalizada.

El rugby por lo tanto es un deporte colectivo ya que:

la relación del jugador con el medio físico es estandarizado;

desde la interacción motriz hay una relación de cooperación-oposición;

desde las metas motoras:

a. se trata de llevar el objetivo (pelota) a una meta (ingoal) y evitar que vuelva (ingoal propio),
b. efectuar y/o evitar superaciones espacio-temporales,
c. combatir cuerpo a cuerpo, derribar y/o evitar ser derribado con el fin de obtener el objetivo.

Entonces como puede observarse aprender el deporte no es tarea fácil. Para ello implica que el jugador (niño, adolescente, joven, adulto) debe apropiarse de diferentes parámetros que se desarrollan en distintos planos en interrelación:

1. El del JUEGO*

2. El de la MOTRICIDAD*

3. El de las CAPACIDADES CONDICIONALES*

4. El SOCIAL – PSICOLÓGICO*

* Se desarrollarán en otras publicaciones.

El objetivo de juego del rugby es que los integrantes colaboren para el logro de determinados objetivos y se opongan a otro cuyos objetivos son antagónicos.

Aquí hay componentes que siempre están presentes y que son constantes como pelotas, ingoales, terreno de juego, tiempo, compañeros y adversarios; y una lógica que organiza la actuación de los jugadores: los principios funcionales. Por ejemplo: los atacantes poseen la posesión de la pelota y los que no la poseen son los defensores, que además de intentar poseerla deben evitar que lleguen al ingoal.

Es por lo tanto que los jugadores deben apropiarse de la lógica del juego y como consecuencia los maestros y/o entrenadores deben capacitarse desde la enseñanza situacional, esto significa no reducir la sesión a ejercicios aislados con valor en sí mismos.

La enseñanza por medio de situaciones reales de juego posibilita que los jugadores aprendan a percibir, anticipar y comprender las acciones de compañeros y adversarios o sea en otras palabras construir la inteligencia estratégica.

Si desea hacerle alguna pregunta o comentario al Autor de la nota, puede hacerlo directamente a: prof_mgarcia@yahoo.com.ar

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