El
scrum junto con el tackle son dos aspectos
distintivos del juego del rugby. En la filosofía
del San Isidro Club, el scrum es la base
del juego de los delanteros, es el punto
de partida para la construcción de
un pack y un medio ideal para lograr la
disciplina individual y de conjunto de los
forwards.
Debe quedar bien claro que el scrum es un
medio y no un fin en sí mismo, donde
todos los delanteros aprenden a actuar en
conjunto al servicio del team. Es muy importante
la obtención de la pelota en esta
formación, pero más importante
es ganar la batalla psicológica que
se plantea cada vez que dos packs entran
en contacto para disputar el scrum.
Debemos entender que la formación
(el Scrum) es solo la punta del iceberg,
la formación es lo que se ve, pero
detrás de esto existe todo un espíritu
de juego, una forma de hacer las cosas que
van más allá de la simple
formación pero que hacen al juego
en su conjunto, hacen al rugby, hacen a
una manera de encarar cada desafío.
No es el aspecto formal lo relevante del
scrum, cuando el SIC comenzó con
esta filosofía muchos clubes del
interior especialmente intentaron copiar
o emular lo que nosotros hacíamos,
pero desde el aspecto técnico, posición
del cuerpo, posición de las piernas,
empuje coordinado, "bajadita",
etc. Se ha hecho mucho hincapié en
técnicas y formas y no pudieron ver
que detrás de la formación
existe toda una cultura.
Existen elementos que con el convencimiento
se transforman en creencias muy difíciles
de enfrentar: Fe + Confianza + Actitud,
se transforman en un círculo virtuoso
que mejora el entrenamiento y consecuentemente
el juego, y no solo mejoramos en técnica
de grupos sino también en sus subgrupos
(primera línea, segunda línea,
tercera línea, eje izquierdo, eje
derecho, eje central).
Comenzamos a comprender y aplicar aspectos
que no tienen que ver con la técnica
pero hacen al todo, aprendemos acerca de
la solidaridad, aprendemos acerca de la
comunicación, aprendemos acerca del
pack, del conjunto de jugadores que luchan
por un objetivo común.
Esta cultura promueve valores que son
aplicados en cualquier aspecto de nuestras
vidas; valores de concentración,
de visualización, de comunicación;
promueve la actitud de anticiparse a lo
que va a pasar para estar preparados y alertas
antes que las cosas sucedan, y eso se irradia
hacia todos los componentes del todo.
Lo primero que te enseñan del scrum,
son cosas que no tienen que ver con el scrum,
como por ejemplo tener la indumentaria apropiada
para la práctica desde la camiseta
hasta los botines, y desde el pantalón
hasta los tapones apropiados, todo esto
nos predispone mejor hacia la realización
de la práctica.
Y todo esto repercute directamente en
la performance que tendremos luego ante
la real adversidad del partido. De hecho
en un partido, cuando tenemos una situación
de scrum, los equipos del SIC empezamos
a formarnos antes de que ocurra el scrum,
esto hace que la cultura y la creencias,
así como nuestra filosofía
y nuestros valores surjan espontáneamente;
visualizamos con anticipación lo
que va a ocurrir, y son ocho voluntades
que conocen a la perfección cual
es su responsabilidad y tarea. De esa forma
convergemos hacia un mejor desarrollo.
En el SIC enseñamos principios
y valores que van a ser utilizados durante
todo el partido y en todas las situaciones
que ocurran. Con estos principios y valores
podemos comprender cosas que de otra manera
sería imposible. Comprendemos que
cuando un jugador está técnica
o anímicamente bajo, todo el pack
sufre y cuando sufre el pack, el equipo
sufre.
Todo es simple y elemental, los detalles
hacen al mejoramiento del scrum.
Tenemos la cultura del detalle, de la
actitud, de la predisposición, del
ánimo.
El scrum tiene la particularidad de hacer
crecer estos valores, y los jugadores mejoran
su actitud y esto los lleva a mejorar los
planteles, y por supuesto cuando mejoran
los planteles mejoran las divisiones y así
consecuentemente logramos mejorar el juego
del club. Todo esto apuntando al crecimiento
y la educación, y el SIC es un club
que ha crecido a partir de sus jugadores
a partir de la educación.
A partir de todo lo dicho es que podemos
empezar a hablar de la técnica del
scrum. Sin comprender lo antes mencionado,
solo tenemos una parte de toda esta cultura.
Recuerdo que jugando en el seleccionado
de Buenos Aires, nos tocaba jugar con Tucumán
en cancha del CASI. Allí uno de los
segundas líneas era Brian Anthony,
todavía jugador de San Andrés.
Mientras estábamos en el vestuario
note que los tapones de Brian no eran ideales
para el estado de la cancha, eran buenos
tapones pero no para ese partido. Ahí
le pedí a Brian que los cambiara,
y así lo hizo. Durante largo rato
estuvimos a 5 yardas de nuestro in goal,
defendiendo lo que parecía una inminente
derrota. En un momento, ya terminando el
partido, sancionan un scrum a favor de Tucumán
que tenía un pack poderoso, ... y
lo ganamos, conclusión, si Brian
no hubiera cambiado esos tapones, hubiésemos
terminado desparramados dentro del nuestro
in goal. Por eso decimos que los detalles
son los que desarrollan nuestra cultura.
Llegar a tiempo, estar atentos, concentrados,
con la indumentaria correcta, con predisposición,
con actitud, con espíritu de ayuda,
son detalles que marcan la diferencia final.
No es la técnica la que marca la
diferencia sino "como" hacemos
las cosas.
"En le momento que creemos que la
tenemos (a la pelota) la perdemos",
esto nos enseñan la cultura del SIC.
El concepto es saber que nunca estamos perfectos,
siempre hay más,... en el SIC culturalmente
nunca nos quedamos quietos.
Y por supuesto lo que tiene que quedar
en claro para poder transmitirlo es el "por
qué" de las cosas. La explicación
pedagógica de hoy debe incluir el
sentido, el por qué. De lo contrario
no alcanza, no suma, no educa. No se puede
enseñar mística sino con un
mensaje claro y convincente. Filosofía
y juego deberían ser una sola cosa.
Hoy es necesario hacer una síntesis
entre Valores, Cultura, Principios y Técnica.
Horacio
De Martini
Ex jugador del plantel superior durante
la década del 60, entrenador de equipos
juveniles y del primer equipo junto con
Don Catamarca Ocampo y Veco Villegas en
la década del 70. Participó
del primer cambio del San Isidro Club y
fue miembro del plantel que viajó
a Sud África invitado por el rugby
de ese país en los primeros años
de los 70. Miembro de la Comisión
Directiva del SIC y exitoso hombre de familia
y negocios.
Nosotros llegábamos al club y sabíamos
que quienes nos dirigían, nos cuidaban.
Convivíamos con los fundadores del
SIC que nos decían que este era el
mejor club del mundo y sus alrededores.
Había un principio de amistad muy
profundo.
El SIC no tenía una escuela ortodoxa
de rugby, lo único que estaba claro
era que los Forwards debían conseguir
la pelota y los Backs correr con ella. Hasta
que se decidió traer a Don Francisco
Ocampo que ya había pasado por otros
clubes (Obras, Olivos, San Fernando, Liceo),
pero nunca encontró materia prima
para desarrollar su famosa técnica
de Scrum. Y en el SIC o encontró,
encontró buenos jugadores, inteligentes
y con hambre de mejorar. Y allí comenzamos
a aprender esta cultura, esta filosofía,
esta forma de hacer las cosas. Don Catamarca
era un filosofo que no solo enseñaba
técnica de Scrum, sino todo lo que
tenia que ver con los valores y principios.
Allí aprendimos dos aspectos básicos:
1) Aprendimos gráficamente
que el Scrum debía ser una sola espalda
2) Aprendimos que la flexión debía
ser homogénea
Un punto importante era que todo esto
funcionaba solo si existía concentración
y esto significa que tanto el contrario
como el referee, no existían. No
se hablaba con el referee y se discutía
con el contrario, ni podía haber
inconductas para lograr concentración.
Y con el tiempo esto llego a ser una carácter
distintivo de los equipos del SIC, su disciplina
y concentración. Este pequeño
detalle ha hecho que muchos equipos del
SIC y el SIC mismo sean considerados un
ejemplo a copiar.
Podrán cambiar las épocas
y los tiempos, pero lo que nunca vamos a
permitir es que se alteren los valores principales
de este club.
Principios del entrenador del SIC
A) Mi gente. Ser líder
de la división que me toca
B) Capacitación. Debemos estar a
la vanguardia del conocimiento
C) Asumir riesgos para mejoramiento del
equipo
Esperamos que esto nos pueda servir para
mejorar la calidad de nuestro juego y por
supuesto para crear más y mejores
hombres de rugby de bien.
José Angelillo - Coaching
UAR