Serge Blanco

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12.04.2007 | 20:35
Ahora Habló Serge Blanco

El presidente de la Liga Nacional de Clubes de Francia (LNR), Serge Blanco, hizo pública por escrito su respuesta a las acusaciones que recibió por estos días de parte de su colega Syd Millar, el titular del International Rugby Board (IRB).

El dirigente galo tildó de violentos a cierto párrafos del comunicado oficial que emitió el ejecutivo irlandés, y enfatizó que desde las altas esferas se debe tener una postura de pacificación, no de controversia.

Entre numerosos reclamos hacia la dirigencia internacional, Blanco destacó la falta de diálogo con el IRB, la ausencia de propuestas para solucionar los conflictos surgidos en la era profesional, y sobre todo, la falta de reconocimiento que sufren los clubes a la hora de las competencias europeas.

En relación a este tema, el ejecutivo francés señaló: " Hace algunos meses logramos un entendimiento con todas las partes. Esta traición a la palabra es lo más imposible de aceptar o de entender por parte de los clubes, porque nosotros no estamos pidiendo más dinero o más poder, sino simplemente el hecho de ser reconocidos como partes integrantes de todo esto, desde las Uniones, en la organización de una competencia en la que participamos ".

A continuación publicamos la carta completa de Blanco:

Señor Presidente:

El rugby siempre nos empuja a tomar algunas pasiones en exceso. Pero en la situación actual, ciertos pasajes de su comunicado del 9 de abril se asemejaron más a un ataque verbal oficial, proveniente de quién se supone debe mantener la paz y la cordura dentro del rugby internacional.

¿Cómo puede uno quedarse inmutable frente a tal violencia, frente a una acusación contra los clubes franceses y su presidente, por estar supuestamente inducidos por los intereses ingleses? Estas palabras se originaron desde la posición oficial más alta del rugby mundial, en una actitud muy lejana a lo que la comunidad de este deporte esperaba.

Pero permítame dejar de lado estos inconvenientes desagradables, para abordar lo que realmente nos interesa.

Los clubes están preocupados por su futuro.

En caso de que usted no tenga conocimiento, durante un año hemos estado generando diálogos para obtener un reconocimiento hacia los clubes a través de la ERC, recibiendo la contestación de una sola Unión, la RFU, aunque hace algunos meses logramos un entendimiento con todas las partes.

Esta traición a la palabra es lo más imposible de aceptar o de entender por parte de los clubes, porque nosotros no estamos pidiendo más dinero o más poder, sino simplemente el hecho de ser reconocidos como partes integrantes de todo esto, desde las Uniones, en la organización de una competencia en la que participamos.

La demanda de los clubes es por ende absolutamente legítima y de ninguna manera justifica su individualización del conflicto, intentando provocar una desestabilización del sistema de autoridad en el rugby.

Me gustaría recordarle que en el corazón del comité de la LNR, los representantes de los jugadores y los entrenadores profesionales están de acuerdo con los representantes de sus clubes. Pero, ¿puede, tal vez, que ellos también se encuentren desprevenidos o en cierta forma manipulados para no acceder a los beneficios de esta competencia?

Además, y aunque los inconvenientes atribuidos a la organización del rugby internacional son numerosos, nadie puede acusar a la LNR de querer disputar la autoridad de las Uniones o de intentar discutir los problemas fuera del ámbito de las instituciones. Al contrario, la LNR siempre ha buscado el diálogo y el desenvolvimiento dentro de las estructuras profesionales del IRB, tristemente sin éxito ... ¿Interferencias del presidente de la LNR? ¿Por qué?

¿Porque defiendo los intereses de clubes que tomaron riesgos, aumentando en nueve años sus presupuestos para invertir en infraestructura, pero que hoy sienten incertidumbre por su futuro, porque saben que la verdad se les está ocultando?

¿Porque queremos continuar existiendo?

¿Porque gracias a nosotros, 900 jugadores (sin contar entrenadores u otros empleados) viven en Francia de una nueva profesión, que abraza además a una gran cantidad de figuras extranjeras, que a su vez benefician a sus seleccionados nacionales?

Fuimos nosotros los que pusimos la Copa de Europa en movimiento. Con nuestra interferencia, nuestras ideas, nuestros equipos, nuestros aficionados y nuestros patrocinadores. Sin el compromiso permanente de los clubes o las provincias de Italia, Inglaterra, Francia, Gales, Escocia e Irlanda, esta competencia nunca habría alcanzado la fama y el prestigio que hoy posee. Los clubes franceses están, al igual que el resto de los participantes, muy ligados a este certamen y esperan que el mismo pueda seguir desarrollándose.

Pero es hora de hablar en el lenguaje de la realidad. Ese es el idioma que los clubes utilizan cuando piden ser reconocidos y ser considerados miembros de la ERC.

Y si me da la oportunidad, permítame decirle que las personas en el mundo piensan.

Las estructuras básicas del rugby profesional sienten que están siendo ignoradas. No existen contactos directos y tampoco se ha abierto un foro de consultas por parte del IRB. Los problemas que han ido surgiendo a lo largo de estos años de profesionalismo no se han tratado, y nosotros nos estamos cansando. Hable conmigo acerca del artículo 9, acerca del calendario, acerca de la representación del sector profesional dentro del IRB, acerca de la organización de torneos, de las sanciones disciplinarias, de los seguros para los jugadores convocados, de los aportes para las naciones más pobres, del artículo sobre el derrumbamiento del scrum ...

Pero ahora usted presume en darme una lección de respeto.

Para mí, el respeto es salvaguardar los intereses de muchos, para lo bueno del rugby y su desarrollo. Ello comienza con la organización en las decisiones de las instituciones y continúa con las competiciones, los organismos que participan en ellas, los auspiciantes, la prensa y los aficionados.

Me gusta lo que hago y no tomo ganancias profesionales por ello. Sé que siempre mantendré mi forma de pensar y de expresarme, esté o no directamente ligado al rugby.

Por lo tanto, Señor Presidente, vuelva a ponerse su traje de pacificador, deje de condenar y póngase al frente de las dificultades y los inconvenientes no discutidos que están comiéndose actualmente a nuestro deporte.

Gabriel Fantini - El Rugbier
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