Gran partido del "Ficha"
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13.11.2006 | 10:34
Repercusiones desde Twickenham

Las grandes actuaciones de Juan Martín Hernández, desequilibrante a la hora de atacar y de Agustín Pichot, elegido "Man of the match" por la televisón Inglesa, comentó: "Se ganó en Twickenham, ¿qué más puede pedir uno?"

La combinación entre experiencia y juventud es uno de los principales atributos que tienen los Pumas. Tal vez la mejor representación de esta unión sea el reflejo de las destacadas actuaciones que tuvieron ayer Agustín Pichot, de 32 años, y Juan Martín Hernández, de 24.

El capitán fue elegido el mejor jugador de la cancha por la televisión local, pero el fullback se adueñó de casi todos los elogios del público inglés tras sus magníficos kicks y esa estampa de crack que paseó en cada uno de sus avances.

"Los jóvenes dan energía, vitalidad. Y los viejos contribuimos con paciencia y tranquilidad. Se necesita de ambas cosas para ganar partidos como éstos", dijo Pichot, quien se sorprendió al ser nombrado Man of the match.

"Me llamó la atención porque Juan [por Hernández] jugó increíblemente y los forwards también. Pero el reconocimiento es un placer porque tengo 32 años y se ganó en Twickenham, ¿qué más puede pedir uno?", explicó.

"Es el triunfo ideal para empezar una gira supercompetitiva. Nos ayuda para ganar confianza. Acá todos nos apoyamos los unos a los otros y creo que a partir de ahí se construyen estas victorias tan importantes", contó Hernández, compañero de Pichot en Stade Français.

Pichot, guía y cerebro del equipo, y Hernández, la rueda de auxilio, fueron tan responsables en el éxito 25 a 18 sobre Inglaterra como lo fueron Federico Todeschini y los otros compañeros.

"El grupo está intocable, más unido que nunca", destacó el capitán, que ayer volvió a jugar en el seleccionado tras cuatro meses en los que sufrió una pubalgia que lo imposibilitó de actuar en su club francés.

La falta de comunicación crispó nuevamente los nervios y el medio scrum, fiel a su estilo, apuntó sus críticas hacia la cúpula de la UAR. "Es un placer enorme haber ganado, porque hay algunos dirigentes que quieren que nos vaya mal. Pero a nosotros si nos lastiman, reaccionamos. Haber ganado en Twickenham es lo más importante que consiguió el equipo, al menos en los 12 años que llevo en los Pumas", señaló, sin dejar escapar un atisbo de locura, muy tranquilo, con las manos en los bolsillos.

Hernández también presentó sus quejas contra los dirigentes. "Somos un plantel de 30, 40 jugadores y todos tiramos para el mismo lado. Me encantaría tener el apoyo de los dirigentes", comentó el N° 15, que es uno de los rugbiers mejor pagos en la liga francesa.

La alegría por el éxito histórico en suelo inglés continuó, pero no resultó desmedida. "Ahora hay que festejar, pero después hay que pensar en Italia, que es un rival muy difícil, que evolucionó mucho", señaló el ex apertura de Deportiva Francesa.

"El triunfo es especial, pensar que aquí perdimos por 51 puntos con Porta [Hugo] en la cancha. Este equipo se merece un reconocimiento, es un triunfo de los jugadores", destacó Pichot.

La tarde perfecta de los Pumas encontró claridad en la astucia y estrategia que aportó Pichot, y obtuvo seguridad y calidad en Hernández, que a partir sus kicks ubicó siempre al equipo en campo rival. Ellos también fueron figuras estelares de una jornada inolvidable, que enriquece al rugby nacional.

Twickenham estaba en silencio. Las luces se comenzaban a apagar en todos lados, menos en esa puerta que le dejó paso libre a la felicidad. Una heladera portátil que rebasaba de latas de cerveza daba la bienvenida al vestuario de los Pumas. No se veían festejos desmedidos, pero la satisfacción era unánime, plena.

El momento lo reflejó muy bien Agustín Pichot, un rato antes, todavía en el campo de juego. "Callémonos 10 segundos", les pidió a sus compañeros. Dejó pasar unos momentos, y arengó: "¡Estamos escribiendo la historia! ¡Estamos escribiendo la historia!" Y de eso se trataba.

"Formar parte de este grupo es increíble. Haber ganado acá es único, el sueño del pibe. Jugar al lado de estos monstruos me hizo sentir tranquilo", señaló Horacio Agulla, que reemplazó a Miguel Avramovic a los 17 minutos del segundo tiempo y sumó así su segundo cap (debutó con Samoa, el año último). El back de Hindú fue convocado tras la lesión de Lucas Borges y la imposibilidad de viajar de Federico Serra por cuestiones laborales.

"Ganamos muchos partidos importantes para que digan que todavía nos falta demostrar cosas. Todos saben lo que puede dar este equipo. Sentí que íbamos a ganar el partido cuando salimos a la cancha. Estábamos en el punto justo", opinó Mario Ledesma, que tuvo una buena actuación. El hooker no ocultó su fastidio por la ausencia del presidente de la UAR, Alejandro Risler, en el vestuario. "Es una vergüenza que no haya pasado ni siquiera a saludar. Le ganamos a Inglaterra en Twickenham, es algo histórico. No entiendo esas actitudes", cuestionó el hooker del Clermont francés.

Más tarde se supo que Risler se cruzó con los jugadores durante el tercer tiempo, que se realizó en uno de los salones del estadio. En su estada en esta ciudad, el dirigente no se hospedó en el mismo hotel que los Pumas como sí lo hizo el manager, José Luis Rolandi.

"Es una alegría inmensa, incontenible, fue terrible. Jugué poco, pero hay que estar listo siempre. Estoy aprendiendo mucho en esta gira y por suerte me acoplé perfectamente al grupo", comentó el segunda línea Esteban Lozada, que no pudo tener mejor debut en el seleccionado, a pesar de que apenas actuó dos minutos al reemplazar temporariamente a Ignacio Fernández Lobbe, que sufrió un corte en la ceja derecha.

Para quien resultó un partido especial fue para Les Cusworth, inglés y colaborador técnico de Loffreda. "El equipo argentino fue muy pasional. Es un plantel que no juega pensando en el dinero y lo hace por amor. Es una victoria especial porque tengo muchos compañeros enfrente, pero el triunfo es de los jugadores. Creo que Inglaterra no conocía demasiado la preparación que tenían los Pumas", señaló Cusworth, que jugó en la selección de la Rosa desde 1979 hasta 1988, y que trabaja junto con el coach argentino desde 2001. Desde el mes último, se convirtió en director de rugby de la UAR y de ahora en más también trabajará con los equipos de desarrollo y los juveniles.

Los abrazos interminables cargados de emoción y los gritos de desahogo dentro del vestuario de los Pumas fueron el epílogo de una jornada espectacular, que quedará registrada en la memoria de todos. Como dijo un eufórico José María Núñez Piossek: "De este partido no nos vamos a olvidar nunca".

La Nación
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